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Plegaria a mi caos

Quiero dejar todo en orden en un intento iluso de controlar todo lo que no se puede controlar. Justo yo, a esta altura, quiero ordenar cuando lo que mas amé y amo es el caos: Caos en el escritorio, Caos en el placard, Caos en la cartera, Ese caos creativo que destroza patrones, Ese caos osado que tuerce lo derecho, Ese caos que se divierte con lo diverso. Lo impredecible, lo espontáneo, Lo novedoso, lo asombroso... Todo eso se unió y me implosionó Y me revolucionó la vida, la agenda, las células, los sueños, y me gritó en la cara, insolente, sin anestesia, que no me la crea, que yo puedo controlar muchos hilos pero hay algunos que los mueve una fuerza mayor, una ola que no se pronostica, u na ola que nace en las entrañas y arrasa y te revuelca. Y sí,  me llevó puesta, me revolcó, me despeinó, me abrió las entrañas, me mostró lo que es el dolor, ese que te retuerce las pocas tripas que te quedan y hace que te arrodilles y sólo te suelta cuando estás bien abaj...

No me gusto cuando no soy.

No me gusto cuando no soy. No me gusto cuando soy lo que nunca quise ser. No me gusta no gustarme. Esos ojos que miran sin mirar no son míos. Esa boca que no sonríe no es mía. Esa frente llena de líneas preocupadas, enojadas, empacadas no es mía. Pero están en mi cuerpo. Están en mi espejo. Así que soy yo. Entonces me enfrento y me digo ¡BASTA! Pero nunca me gustó que me manden. Menos ahora. Así que voy a dejar a esta antipática que se canse de ser. Voy a dejarla que se lo permita. En algún momento se va a rendir. Y va a volver. La otra. La que me gusta. La que soy.

ELLAS

  ELLAS Ella me parió, me crió, me animó, Me armó. La vida la probó, sacudió, despeinó, La peleó. La amé, la cuidé, la mimé, malcrié, la admiré, critiqué, reté, entendí, despedí. La extraño. La parí, amamanté, bañé, mimoseé, Le leí, me reí, me enojé, la animé, Aprendí, la pifié, la escuché, Me enfermé. Me cuidó, acarició, consoló, me rezó. Cuando la vida me probó, sacudió, me peló, la peleé. Aca estoy.

LA HORA SAGRADA (Capítulo 5: Amigos por el Viento - Semana 2)

  A nuestro lado, pasan papeles escritos con una letra que creemos reconocer. El cielo se mueve más rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresará la calma. L. BODOC   El miércoles llegó como boca de desagüe vital para una Otilia que estaba empachada de palabras.   Tanto para decir.   Tanto para contar.   Tanto para comenzar a masticar para, quizás, en algún momento, poder digerir sin pataleta al corazón. El fin de semana había sido muy especial.   Inés había decidido pasarlo con su mamá, Benita había quedado al cuidado de su padre. Y Pili se les había unido el domingo.   O sea, domingo de tres.   Y ahora, ese número tan mágico de nuevo presente en el cuarto, con las tres listas para esa hora sagrada semanal tan vital y oportuna. El número tres.   ¡Cuántas veces había visto a sus queridos alumnos y alumnas abrir los ojos grandes ante el análisis de ese número perfecto! Tres.   Pasado, presen...

LA HORA SAGRADA (Capítulo 5: Amigos por el Viento - Semana 1)

  CAPÍTULO 5:   AMIGOS POR EL VIENTO   A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. L. BODOC   Esa imagen del cuento de la gran e inmortal Liliana Bodoc la despeinó el día que Inés vino a buscar a Benita y le dijo: -          Le acaban de proponer un proyecto a Felipe en Madrid, ma… Otilia había pasado por tempestades, la habían sacudido colas de ciclones y sabía lo que era que se te abriera la tierra de golpe ante tus piés pero este relámpago inesperado la paralizó.   No supo qué responder. Al menos, decidió que ése tenía que ser el cuento de la semana para la hora sagrada.   Mail, archivo de PDF y a procesar.   Y a abrir las ventanas y dejar que arrase con lo que tiene que arrasar.   ***   Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojos con ...

LA HORA SAGRADA (Capítulo 4: Un Elefante Ocupa Mucho Espacio - Semana 2)

  - ¿Se puede saber para qué haremos huelga? –gruñó la foca, coleteando nerviosa de aquí para allá. - ¡Al fin una buena pregunta! –exclamó Víctor entusiasmado… E. BORNEMANN   -           -  Abu, ¿Vos hiciste alguna vez una huelga? -           -  ¿Alguna vez los animales votaron y así eligieron al león como rey? -           -  ¿Por qué acá el que da las órdenes es el elefante y no el león? -           -  ¿Qué es lo divertido de ver un tigre saltando un aro de fuego? -           -  Para que Víctor viajara en el avión, ¿tuvieron que sacar todos los asientos? -           -   ¿Cómo sabemos si cuando llegaron a África los hombres malos de ese país no los metieron en jaulas de nuevo?   Y así transcurrieron los días hasta el miércoles siguiente:   con Benita bombardeand...

LA HORA SAGRADA (Capítulo 4: Un Elefante Ocupa Mucho Espacio - Semana 1)

  CAPÍTULO 4:   UN ELEFANTE OCUPA MUCHO ESPACIO   Solamente conoces el país de los hombres y no puedes entender, aún, la alegría de la libertad… E. BORNEMANN   Luego de noches de desvelo y días de profunda exploración del segundo estante, ese que estaba al alcance de su pequeña gigante de un metro de altura, Otilia finalmente decidió cuál sería el libro del mes, ese que compartirían las cuatro. Había decidido que debía ser un libro que las incluyera a todas, uno que como siempre les diera la oportunidad de conectar con ellas mismas para que pudieran hacer lo que siempre le había dicho a sus alumnos y alumnas: “Lean y hagan suyo lo que leen. Dejen que el libro les corra por las venas, dejen que las palabras los afecten, los provoquen, los conmuevan.” Benita tenía sólo 6 añitos pero ya sabía leer.   Y lo hacía muy bien.   Amaba los animales, los de la selva especialmente. Odiaba los zoológicos.   Siempre decía que iba a viajar a África ...