LA HORA SAGRADA (Capítulo 5: Amigos por el Viento - Semana 2)
A nuestro lado, pasan papeles
escritos con una letra que creemos reconocer.
El cielo se mueve más rápido que
las horas.
Y lo peor es que nadie sabe si,
alguna vez, regresará la calma.
L. BODOC
El miércoles llegó como boca de desagüe vital para una Otilia que estaba
empachada de palabras. Tanto para
decir. Tanto para contar. Tanto para comenzar a masticar para, quizás,
en algún momento, poder digerir sin pataleta al corazón.
El fin de semana había sido muy especial. Inés había decidido pasarlo con su mamá,
Benita había quedado al cuidado de su padre. Y Pili se les había unido el
domingo. O sea, domingo de tres.
Y ahora, ese número tan mágico de nuevo presente en el cuarto, con las
tres listas para esa hora sagrada semanal tan vital y oportuna.
El número tres. ¡Cuántas veces
había visto a sus queridos alumnos y alumnas abrir los ojos grandes ante el
análisis de ese número perfecto!
Tres. Pasado, presente y futuro.
- - Felipe siente que tiene que aprovechar esta
oportunidad. Es un puesto importante en la universidad, fue su sueño siempre
poder dar Literatura Española en España. Para Inés también podría salir alguna
suplencia en algún momento. El idioma
por suerte no es un impedimento. Y
Benita… es chiquita…arrancarla de acá más adelante sería más difícil.
Tres. Cielo, tierra e infierno.
- - Hay tres posibilidades. Uno: que Felipe viaje sólo a Madrid a probar
y ver qué pasa, si se siente a gusto, si le ve futuro al proyecto. Dos:
hacer un mix entre los dos países.
Un mes trabaja allá. Dos, acá. Y
tres: instalarse los tres allá desde le
vamos.
Como en los cuentos, tres personajes ante tres oportunidades… tres
posibles relatos…
- - Me cuesta imaginarme la vida lejos de mi hija, más aún
de mi nieta… pero las crié para que sean
libres y ella siente y quiere estar con Felipe.
Siento y quiero que apueste a su familia. Así que acá estaré, sufriendo, apoyando,
extrañando.
Tres silencios sólo interrumpidos por un budín de limón que todavía
nadie había tocado.
- - ¿Cómo se ven viajando las tres a visitar a Inés y
familia? –una Teté traviesa de golpe preguntó con cara de adolescente a punto
de saltar el tapial y escaparse de su casa con su novio.
Tres. Principio, medio y final.
Ella siempre agregando alegría y aire fresco. De golpe, Otilia y Coca se imaginaron pisando
por primera vez un avión, cruzando ese océano juntas…
- - Tengo pendiente
volver a pisar Barcelona. Creo que sólo
podría lograrlo si ustedes me acompañan.
A esa altura, ya ninguna se acordaba en qué cuento estaban esa
semana. Ya las tres estaban volando como
ese viento que las había arrasado. Pero esta vez, con viento a favor.
La tercera es la vencida.
1, 2 y 3...
ResponderBorrarY a volar se ha dichooo!!!