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Mostrando las entradas de agosto, 2019

Amazonas

No es la primera vez que la belleza es condenada a la hoguera por los reyes de la mezquindad y de la insensatez. No es la primera vez que la vida arde y se vuelve cenizas ahogada por el fuego de la ambición y el egoismo. No es la primera vez que se achicharran las alas y sueños de inocentes que no le son funcionales a los amantes de los bolsillos abultados. Entonces la belleza arde, la vida se cosume, a los sueños los despedaza un viento sofocante, negro, despiadado que desinfla ese pulmón verde que alguna vez se infló con cada nube que llovió sobre cada río que corrió cruzando tierras que hasta hace unos días cantaban, florecían, y saltaban de rama en rama, de orilla a orilla, balanceándose en un equilibrio natural tan perfecto y precioso que sólo el ser más perfecto y precioso puede romper, quemar y matar. Lloran los ojos por culpa de esos ojos que no supieron ver que el fin de la belleza lleva al Fin.

"No seas el lema de nadie...

Porque tu eres poesía" Poesía que explota en cada latido, con ritmo, tu ritmo, a veces sin rima, poesía bien libre que improvisa y se anima a romper el canon, a juntar imposibles, a escuchar aromas y desafiar lo previsible. Porque tu eres poesía que brota desde el fondo, bien hondo, bien hondo, y salta y se esparce y conmueve y sacude porque sos poesía viva que camina, que sufre, que ama y se enferma, se sana y reinicia, aplaude, se subleva, protesta, se enamora, envejece, contempla pero late con ritmo, tu ritmo. Porque no sos un slogan, no sos frase hecha, ni refrán, ni cliche... Sos palabra, sos materia sin copia ni doble, sin manual de instrucciones, sin reglas ni normas. "...porque tu eres poesía".

17 de agosto de 2019, Argentina.

El cielo se copia de lo que ve aca abajo entonces no se decide si es mejor llorar, tronar, granizar, o brillar aunque sea tibiamente porque no tiene fuerzas. La tierra siente los pasos rápidos de algunos, agobiados de otros, inciertos de la mayoría. Algunos se relamen y sueñan con volver a saborear el sabor adictivo del poder; otros no duermen, se enojan, leen disculpas y pegan manotazos para ver si pueden mantenerse al volante...y la mayoría vive un déjà vu que esparce incertidumbre, miedo, corridas mientras los números se disparan y saltan del 45 al 50 y de golpe al 60 y ya mejor ni saber porque ¿qué podemos hacer? Entonces nos acordamos que es feriado cuando vemos un granadero marchar emocionado y alguien recita unas máximas que huelen a utopía: "inspirarle honor a la verdad y odio a la mentira", "dulzura con los criados, pobres y viejos", "que hable poco y lo preciso"...y resurgen frases de un valiente que sostenía que "la conciencia es el mejor j

La Línea Amarilla

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Mi Vereda

Vereda muelle desde donde zarpábamos cargados para el colegio, con todo completo y ordenado, todo con punta, todo a punto, porque si la maestra lo dice. Vereda trampolín para esos patines llenos de magia que sólo los Reyes podían comprar, o la patineta que murió debajo de la primer camioneta que aceleró un 6 de enero, o para las bicis que no volaban pero casi, o simplemente vereda con cordón para sentarse a compartir esos secretos que era peligroso contar cerca de la ventana porque mirá si hay alguien no durmiendo la siesta. Vereda con colores bosteros aunque todos adentro teníamos la banda roja cruzando el pecho. Vereda que supo no tener arbolitos hasta que el verano comenzó a achicharrar cada vez más. Vereda testigo de mateadas eternas, a la tardecita, peaje obligado de vecinos, conocidos, y desconcidos que después del adiós se tentaban y paraban a conversar con esa señora de risa contagiosa y simpática. Vereda que sostenía los baldes de agua mientras el señor del Renault 6 lavaba su

Corrientes

Arteria radioactiva generadora de corriente de alto voltaje, activadora de neuronas remolonas que no pueden ignorar esas bocinas que no entienden de luces rojas ni amarillas ni verdes, o esos miles de pares de piernas que tejen un telar de caminos hacia tribunales de día y teatros de noche, o esas manos excitadas que acarician esas tapas y hojas y lomos que te seducen descaradamente ofreciéndose a cualquier precio en cada cuadra, cada esquina, cada rincón de esta arteria radioactiva de porteña vibración. Sobredosis de estímulo: Mirá ese poster con ese bigote bicolor, o ése con el fundador de la ciudad de la furia o ese café con olor a café negro de gato negro que bracea desesperado intentando mantenerse a flote entre tanta ola causada por esa plaga de invasores que en vasos de plástico con tu nombre ofrecen variaciones raras, mesas compartidas y mucho wifi. O mirá esa estatua de ese manosanta chanta que tanto hizo reir y llorar cuando voló al más allá... y esas luces que com