Volare oh oh oh...
Y la vida me sigue despeinando. Me sopla de un lado, después del otro, cada tanto amaina y me da un respiro entonces aprovecho la quietud para seguir volando a mi estilo, con las puntas de los dedos posadas sobre páginas o teclas, con los labios pronunciando líneas que a veces riman y otras, no pero que siempre hacen juego con mi vuelo. Y cuando me estoy achanchando, me sacude de nuevo como recordándome que ella es la que marca el ritmo entonces ahí le recuerdo que yo decido cómo bailarlo, yo elijo los pasos, los contoneos, la melodía. Testaruda, sopla fuerte, me enreda y me confunde por unos segundos en los que llueve y truena. Testaruda,