17 de agosto de 2019, Argentina.

El cielo se copia de lo que ve aca abajo entonces no se decide si es mejor llorar, tronar, granizar, o brillar aunque sea tibiamente porque no tiene fuerzas. La tierra siente los pasos rápidos de algunos, agobiados de otros, inciertos de la mayoría. Algunos se relamen y sueñan con volver a saborear el sabor adictivo del poder; otros no duermen, se enojan, leen disculpas y pegan manotazos para ver si pueden mantenerse al volante...y la mayoría vive un déjà vu que esparce incertidumbre, miedo, corridas mientras los números se disparan y saltan del 45 al 50 y de golpe al 60 y ya mejor ni saber porque ¿qué podemos hacer? Entonces nos acordamos que es feriado cuando vemos un granadero marchar emocionado y alguien recita unas máximas que huelen a utopía: "inspirarle honor a la verdad y odio a la mentira", "dulzura con los criados, pobres y viejos", "que hable poco y lo preciso"...y resurgen frases de un valiente que sostenía que "la conciencia es el mejor juez de un hombre de bien" entonces de golpe nos preguntamos si queda alguno. Y el cielo se nubla de nuevo. Y un historiador que está desempolvando palabras en la radio afirma "serás lo que debas ser si no no serás nada". Y el sol se asoma tímido, como tanteando si será bienvenido. Entonces respiramos hondo y juntamos fuerzas para seguir cruzando cada uno nuestra propia cordillera. Mientras tanto, el granadero twitea: "seamos libres y lo demás no importa nada". Y es verdad. Así que escribo. Sin miedo. Y con un dejo de esperanza en este ciclotímico sábado feriado de agosto argentino.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Escribo

Aún rota...

Things that don't suck