Volare oh oh oh...
Y la vida me sigue despeinando.
Me sopla de
un lado,
después del otro,
cada tanto
amaina y me da un respiro
entonces aprovecho
la quietud para seguir volando a mi estilo,
con las
puntas de los dedos posadas sobre páginas o teclas,
con los
labios pronunciando líneas que a veces riman y otras, no
pero que siempre
hacen juego con mi vuelo.
Y cuando me
estoy achanchando,
me sacude de nuevo
como
recordándome que ella es la que marca el ritmo
entonces ahí
le recuerdo que
yo decido cómo bailarlo,
yo elijo los pasos, los contoneos,
la melodía.
Testaruda,
sopla fuerte, me enreda y me
confunde
por unos segundos en los que
llueve y truena.
Testaruda,
me las ingenio para resistir y toda
despeinada,
le concedo todo el poder a
mis dedos
para que tanteen en la
oscuridad
y elijan las letras y las
palabras que me vuelven a la luz
para seguir
volando mi vuelo.
Sin cruz.
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