Mi Nena Feliz

 Mi Nena Feliz

4.30 am.   Tiene 18 años pero igual voy a verla, la tapo, le doy un beso y cuando me estoy yendo, la escucho que se ríe.

Feliz. Dormida. Mi nena feliz.

Vuelvo y le doy otro beso.  Cachetes llenos de risa. No puedo no sonreír yo también.

Entonces mamá feliz piensa en opciones:

1. ¿Te estarás acordando de algo divertido del primer viaje sola por el Viejo Continente del que llegaste ayer? Nena vaga.

2. ¿O estás reviviendo algún momento con amigas, con algunas de esas hermanas que amás y atesorás con tu alma?

3. Capaz que sólo estás recordando alguna escena de las mil series que a veces me actuás y yo te miro y no me río porque no entiendo ese humor milennial. Mi cerebro es modelo vintage. Le faltan algunas apps.

4. También puede ser que te estés riendo de mí, de alguna pavada que te dije, o hice, esas cosas que te dan cringe y no podés creer que a mí me chupe..., me importe tres pepinos el qué dirán.  Los modelos vintage tenemos ese beneficio: hay filtros que ya descartamos para ser más felices.

Como vos.  Para poder reírnos aunque sea en sueños.  Entonces me duermo con una sonrisa.

Nena feliz, mamá feliz.