2020 AC - 2020 DC

2020 AC: mientras el sol se despereza, suenan despertadores y alarmas odiosos que se defienden de los manotazos de autómatas que sólo sueñan con dormir, algo que siguen haciendo en el bondi, sentados si la suerte los bendijo, o parados sostenidos por otra masa de sonámbulos que se mueven al son de cada frenada. Cuando llegan a sus destinos variopintos, reparten algún que otro beso y abrazo al pasar y se sumergen en su propia vorágine. No se puede perder tiempo, el tiempo es dinero. Cuando el sol llega a lo mas alto, se abren tuppers con olores variados, las plazas se llenan de picnics rápidos, los chinos no dan abasto con sus bandejitas baratas, todos tienen una hora porque hay que seguir...el día corre y nosotros atrás, siempre nos lleva ventaja, siempre nos gana, igual seguimos corriendo porque no queda otra, o si? Y de golpe los bondis y subtes de nuevo se abarrotan de autómaras que miran para abajo, perdidos en esa pantallita por la que se escapan de esta maratón alocada, desenfrenada, gris, insana, pero imposible de evitar. Y después, en casa, el cansancio se convierte en silencio, los ojos solo buscan mas pantallas escapatorias, y la cama ofrece unas horitas escasas para algún sueño cortito, casi siempre imposible de recordar cuando la diabólica alarma pega su primer grito, como cada mañana de cada día del año 2020AC. 2020 DC Mientras el sol se asoma tímidamente, las alarmas parecen haberse vuelto tímidas también. Algunas casi no suenan y es el Rey Sol el que se filtra por las ventanas y susurra con voz otoñal: arriba dormilones, hora de irse desperezando! Y de golpe se arman desayunos con lagañas que se caen solas, y los piyamas son tendencia, y en los bondis hay asientos de sobra. Y los tuppers hace días que están de franco en las alacenas, y en las plazas las palomas están de fiesta porque nadie las espanta. Y el sol mira desde lo alto boquiabierto, ve mejor que antes, respira mas profundo que antes, siente que cada rayo llega a donde debe llegar. A ese balcón lleno de macetas regadas con amor, ahora livingcomedoroficina, a ese patio pequeñísimo pero ahora enorme, a esa ventana desde donde esos ojos añosos que ya han visto tanto tienen que cuidarse porque ésto no lo había visto nunca. Mientras muchos valientes corren por pasillos con olor a desinfectante, donde barbijos y máscaras a veces caseras pelean una pelea desenfrenada, alocada, insana, que no se puede evitar. No se puede perder tiempo, el tiempo es vida. Pero en casa, el rirmo es distinro. Las pantallas siguen activas pero ahora los ojos buscan caras, buscan otros ojos, necesitan de otras miradas donde sentirse abrazados, hay mas globitos de diálogo flotando en cocinas, comedores, cuartos, camas, donde las horas se hicieron mas largas y ahora se sueña despierto. Se sueña con besos y abrazos sentidos, bien dirigidos. Se sueña con caminatas lentas, pisando ojas secas. Se sueña, sí, en 2020 DC, a pesar de todo, se sueña.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Escribo

Aún rota...

Things that don't suck