Pandemia Declarada

De ésta se habla porque es topísima. Llegó en avión, con sus valijas llenas con los mejores modelos de Milán, los aromas más sensuales de París, el kimono más glamoroso de China, las telas mas vaporosas de Tailandia. De ésta se habla porque se maneja con tarjetas Gold, puede atenderse en hospi-teles 5 stars, puede hacer homeoffice con la última Apple del último finde en New York. Para ésta hay protocolos claros que invaden noticieros, redes, empresas. Mientras, lxs que nunca se subieron a un pájaro caro luchan contra los mosquitos que esparcen su cría en sus patios con charcos pestilentes, en sus letrinas medievales, en sus techos enclenques. Mientras, lxs que no tienen tarjetas doradas en sus bolsillos manejan los taxis que trasnportan a lxs pasajerxs con coronita. Porque para ellxs, no hay home office que valga. Mientras, lxs que solo viven de changas negras visitan casas blanquísimas y arreglan cañerías, reparan canillas, alcanzan el pedido del supermercado. Porque para ellxs, no hay home office que valga. Mientras, la gripe se frota las manos porque está por salir a escena. Lista para llevarse su cargamento anual, números que nunca son titular. Pandemia declarada. De egoísmo. De diferencias. De injusticia. De ignorancia. De "sálvese quien pueda" en esta jungla avanzada que cada vez atrasa más.