Lengua Viva

Me gusta leer con lápiz en mano, asi marco, escribo, circulo, subrayo. Ahora me pregunto ¿por qué nunca tacho, aceptándolo todo, aún lo que es malo? Entonces decido tomar bien el mando y animarme a hacer líneas que aplasten sin asco todas esas palabras que odio leer: corrupto, machista, manada, joder, forzada, egoísta, golpeada, doler, moretón, hemorragia, abandono, arder, pobreza, ignorancia, injusticia, poder. Pero las leo en los diarios, se repiten en las redes, se susurran con vergüenza porque son palabras siniestras, malvadas, mugrientas, violentas, hediondas, mortales, sangrientas. Entonces las tacho y las quemo y sueño que nunca más se pronuncian de nuevo porque ellas son las que deben morir, estas palabras que usa el enemigo, ese cobarde que huele a podrido. Y sueño que todas ellas desaparecen de los diarios, de los diccionarios, de las manos y mentes de enfermos y sicarios. Y de golpe solo leo palabras que cantan, que ríen, que brillan que lloran en paz, porque se hizo justicia, porque el miedo se fue, porque estamos a salvo, a salvo y de pie, y las manos aplauden, y los brazos abrazan y el lápiz resalta, anota, subraya: honesto, igualdad, equipo, salvar, generoso, amoroso, saber y sanar, familia, comida, salud, trabajar, libros, libres, refugio, hogar. Palabras bien simples, sin vueltas, sin trampas, parte de una lengua viva y sana en la cual una manada vuelve a ser de ovejas que pastan tranquilas, que viajan en paz, libres y seguras, en pura hermandad.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Escribo

Aún rota...

Things that don't suck