Antes de cada Veredicto

Antes de cada veredicto, el vacío. Parálisis de sueños. El aire se vuelve sólido. Se traba en cada codo de mis entrañas retorcidas de miedo, de terror. Miedo al dolor. Terror a ese error celular que se empecina en atormertarnos, a mi cuerpo y a mí. A mi mente y a mí. A mi alma y a mí. Mientras, mi corazón se esfuerza por latir normalmente pero le cuesta con tanta murga interior. Y del golpe parece doler donde no duele. Porque si anda suelto por ahí, en algún lado está, agazapado, avergonzado quizás, sí, avergonzado de su alta traición. Sabe que lo que hace es injusto. Sabe que lo que hace es sólo para joder. Cagón sin salida. Traidor sin remedio. Antes de cada veredicto, el vacío. Vacío que sentís cuando no estás vacía. Vacío que sentís de puro repleta. De fuerzas. De sueños. De vida.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Escribo

Aún rota...

Things that don't suck